Todos los días, con menor o mayor relevancia, tomamos decisiones que afectan nuestro futuro inmediato (ya sea corto o largo plazo). Por ejemplo no es lo mismo escoger entre café o té en la mañana, que escoger en qué acciones vamos a invertir nuestro dinero o escoger a qué empleado contrataremos. Es por ello que aquellas decisiones que involucren un mayor nivel de riesgo o responsabilidad deben ser meditadas de mejor manera. En el presente artículo compartiremos 5 consejos que nos ayudarán a tomar las mejores decisiones.
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Considerar todas las opciones
Muchas veces hay más de dos soluciones para un problema, lo mismo sucede al momento de tomar una decisión. Debemos analizar todo el entorno y considerar todas las opciones factibles que se tienen, ya que podemos enfrascarnos en una alternativa por pensar que es la más sencilla o rápida, y no considerar otra alternativa que pueda traer mayores beneficios.
Visualizar el escenario en cada una de las opciones
Es fundamental determinar cómo nos vemos y sentimos en cada una de las situaciones, si nos sentimos felices y cómodos con ella, la manera en la que afecta nuestro presente y cómo puede influenciar nuestro futuro. Si no sentimos ningún tipo de incomodidad o tenemos factores negativos, vamos por buen camino.
Analizar los pro y contra
Por cada una de las opciones que consideremos, lo ideal es listar los pros y los contras que tienen, esto se debe realizar de manera objetiva y considerar el impacto general que traería con él. Además, se pueden listar en orden de prioridad para nosotros y luego comparar ambas listas para verificar qué opción ofrece mayores beneficios para nosotros y se adapta mejor a nuestros requerimientos o necesidades.
No ceder a la presión externa
Muchas veces tomamos decisiones basándonos en la opinión de los demás a pesar de que va en contra de nuestros intereses/gustos particulares o que no nos hace sentir bien. No podemos dejarnos llevar por la opinión de los demás a menos que se trate de asesorías profesionales con personal capacitado en la materia y nos ofrezcan una visión real de la situación con los pro y contra de su recomendación. No se trata de hacer feliz a los demás con nuestras decisiones, sino de escoger lo que mejor se adapte a nuestras necesidades y a nuestros objetivos, ya sean personales o profesionales.
Poner un límite de tiempo
También es necesario ponernos un límite de tiempo para tomar las decisiones, ya que podemos perder grandes oportunidades por quedarnos analizando la situación y no tomar acciones ante ello. Si bien no es prudente actuar de forma impulsiva, tampoco es conveniente ser demasiado pasivo. Por lo que debemos establecernos una “fecha tope” para decidir qué vamos a hacer y no paralizarnos por el miedo ni la incertidumbre. Si deseas saber más sobre punto puedes leer nuestro artículo anterior titulado Estrategias para emprender en la actualidad.
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